SECOND LIFE, la sociedad virtual

Finalmente, siguiendo las instrucciones de nuestra compañera metaversiana, he conseguido crearme un avatar y entrar en el mundo virtual de Second Life. La verdad es que no era mi primera experiencia en el arte de diseñarme una nueva vida en un mundo virtual y no esperaba nada comparable a la aventura Vidajoc en la que participé hace dos años. No obstante, las premisas son casi las mismas: la oportunidad de crearte una nueva vida, de volver a nacer, de experimentar en el mundo virtual creando un personaje capaz de interactuar con muchos otros. Lo que en Vidajoc llamábamos "Constructo", en los entornos virtuales y juegos de rol se denomina "Avatar", aunque viene a ser lo mismo, el personaje o identidad virtual que los usuarios nos creamos para vivir esa segunda vida.


En el caso se Second Life, las opciones y posibilidades para configurar y diseñar tu avatar son amplísimas, casi diría demasiadas. El universo virtual está diseñado en tres dimensiones, y por lo tanto, el avatar es una figura tridimensional con forma humana. A través de variables preestablecidas, el usuario puede modificar y dar forma a cada parte de su cuerpo (10 variables para dar forma a la nariz, 15 más para diseñar el pelo, altura, constitución corporal, ojos, orejas, pecho...) hasta cansarse. Llama la atención cuando se exploran los diferentes y múltiples escenarios en 3D que prácticamente la totalidad de los avatares cumplen los cánones de belleza occidentales inspirados en los modelos de pasarela, siendo los avatares poco agraciados insultados, marginados o como mínimo interrogados "¿Por qué no te arreglas un poco?" "Venga mujer, anímate, hazte más guapa!" o "¿Por qué te has puesto ese culo tan gordo?".



Siguiendo con el aspecto corporal, y aunque todavía no he experimentado mucho con estas opciones, por lo que parece los avatares dedican bastante tiempo a conseguir ropa. Cada avatar está personalizado hasta el detalle y os modelos exclusivos están a la orden del día. La ropa, se compra.

En SL existe una moneda, el Linden Dolar, que sirve para realizar todo tipo de compras en el mundo virtual (objetos, ropa, gestos, para jugar a videojuegos, etc.). Existen diferentes formas de ganar dinero, aunque de momento sólo he conocido dos, bastante curiosas: una consistía en sentarse en una silla y esperar; cada 9 minutos allí sentada ganaba dos Linden Dolars, menos mal que había varias sillas y podías conversar mientras tanto (todavía no sé en que gastaré el dinero, ¿pod dar limosna? ay! si no he visto ningún pedigüeño!! Bueno, tiempo al tiempo, ya aparecerán!). La otra forma de ganar dinero consistía en realizar llamadas desde una cabina a otros avatares y pedirles que acudieran al lugar (lo averigüé porque recibí la llamada), en principio invitados por un amigo, que luego resultaba estar enganchado sin descanso a la cabina y no te hacía ni caso! En ese momento alguien me llamó la atención, en brasileiro, por insultar al avatar que prostituía nuestra "amistad". En fin, todo por la pasta.



Más adelante fui descubriendo en qué cosas se puede gastar el dinero. Además de todo tipo de ropas exclusivas, fashion, de época, modernas, etc., que se adquieren en innumerables tiendas de moda y centros comerciales, parece ser que el producto estrella son los videojuegos. Hay espacios virtuales dedicados por entero a todo tipo de juegos, en ellos, los avatares se sientan y supongo (no he jugado), que es el usuario el que puede jugar a cambio de algunos lindens. En estas pantallas-casino es donde más gente he encontrado, aunque evidentemente, no estaban para conversar


Supongo que hay más productos que se pueden comprar, aunque yo no lo haya hecho todavía; además de gestos para el avatar, he visto pornografía a la venta, gente fumando porros y bebiendo (de algún lugar lo habrán sacado), carteles que publicitan programas informáticos o de diseño y todo tipo de cosas que no sé muy bien para que sirven. Seguro que también se puede comer!!



Y claro, Second Life no es un juego, no es una aventura gráfica o un juego de rol, no tiene unos objetivos, ni un hilo conductor. La impresión que me da es que es un chat con gran cantidad de adornos y posibilidades añadidas. En lugar de un simple nick y una pantalla para introducir texto, SL dispone de infinitas posibilidades para diseñar tu avatar, e infinitas posibilidades para diseñar el escenario donde conversar con la gente. Además de eso, puedes bailar, meditar, conducir un coche, volar!!! Que en el fondo pueden considerarse como diversiones añadidas, un paso más de los iconos, emoticonos y pequeñas animaciones de las que dispone un chat convencional o un sistema de mensajería instantánea.


"Es una forma más de perder el tiempo, como la tele, otra caja tonta" me decía un usuario con el que conversé mientras ganábamos dinero sentados en sillas. La verdad es que puede perderse muuucho tiempo sólo diseñando tu avatar, o sólo paseando por los múltiples escenarios. Otra de las cosas que me llamó la atención es lo difícil que puede ser encontrar otros avatares; puedes volar sin descanso de un escenario a otro sin encontrar un solo avatar!! Parece increíble teniendo en cuenta el número desorbitado de avatares dados de alta, pero así es. Solamente con la función de buscador, dándole a la opción de "Popular places", accedes a los escenarios más concurridos, donde finalmente encuentras otros avatares.

Es interesante saber que puedes encontrar gente de distintas partes del mundo, aunque por lo que parece, la tendencia general es a crear reproducciones de la vida real, diseñando ciudades o países virtuales que se corresponden con el mundo real. De esta forma, puedes pasear por la plaza Real o por Catalunya y encontrar usuarios catalanes o viajar a Brasil y relacionarte con la comunidad brasileña de SL. Por lo que he explorado, los escenarios suelen ser reproducciones de la realidad, en algunos casos, bastante parecidos. La gente se reune por comunidades del mismo idioma, aunque tampoco es siempre así.


La cuestión es, desde mi punto de vista, encontrar a alguien con quien poder hablar un rato, a pesar de todas las distracciones e impedimentos que pone el programa. Porque el 3D se carga despacio, el movimiento del avatar es complejo (hay clases de entrenamiento para aprender a utilizarlo), y además, el sistema de diálogos es bastante cutre y poco práctico. Además de su lentitud (y lo ridículo que es ver a tu avatar tecleando en el aire), las frases que se dicen a tu alrededor se suceden en la pantalla, aunque no vayan dirigidas a ti, y sólo permanecen en ella unos segundos, sin dar demasiado tiempo a responder o a saber quien ha dicho cada cosa (los nombres de los avatares no son precisamente fáciles de recordar ni de identificar con la imagen tridimensional).



Conclusión: en mi opinión, bastante decepcionante, en cuanto a chat. Las posibilidades para crear y experimentar con el 3D me parecen más interesantes, o incluso el tema de los videojuegos, la venta de productos de todo tipo clasificados por temáticas o el simple turismo. Desde luego, para perder el tiempo también es muy apropiado, y cumple las mismas funciones que las 2 horas de televisión antes de ir a dormir; despejar la mente de preocupaciones, pasar el rato y en ocasiones ver algo interesante.

Desde luego es la visión superficial de un avatar poco experimentado y tampoco demasiado amante de los chats. Creo que los juegos de rol van más conmigo. No obstante, Second Life, como universo virtual, es susceptible de ser estudiado y analizado por la Antropología, ya que constituye en todas sus facetas un escenario para las relaciones sociales. Aunque los conceptos de tiempo, espacio y contexto, se desdibujen en un entorno como este, la etnografía es sin duda una herramienta útil para conocerlo. La observación-participante es totalmente practicable y podemos encontrar infinidad de cuestiones de interés para la antropología: sistema económico de Second Life, lugares y formas de socialización, construcción de la identidad (avatar, blogs personales de los avatares, nombre, vestimenta, lugares que frecuenta, actividades...), comparación con la vida real, estudio de los perfiles de los usuarios de Second Life, sistemas de control y legislación, normas de comportamiento...


El fenómeno de Second Life, entre otros muchos programas o juegos de realidad virtual, han abierto un nuevo ámbito de estudio dentro de la Antropología, una rama específica de la disciplina que tiene que ver con el uso de las nuevas tecnologías como forma de relación social. El estudio del mundo virtual, lejos de ser un análisis exclusivamente centrado en el uso de las TICs, tiene que ver con nuevas formas de socialización, de comunicación y entretenimiento, y la Antropología se ha encargado y se encarga de definir conceptos y herramientas metodológicas para adaptarse a estos nuevos escenarios.

2 comentarios:

Nimbo dijo...

Muy buen post.
Nos sentimos muy afines a tus comentarios.

Anónimo dijo...

Muy buenos dias, me parecio interesante su espacio
y le agradeceria realizar un intercambio de enlaces
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espero su respuesta tucontactoweb@gmail.com, muchas
gracias por su atencion