TELECENTROS

"Un lugar público donde la gente puede utilizar computadoras con acceso a la Internet y otras tecnologías que ayudan a recopilar información y a comunicar con otras personas al mismo tiempo que desarrollan habilidades digitales. Cada telecentro es diferente pero todos convergen en el uso de la tecnología para el desarrollo social y comunitario, lo cual reduce el aislamiento, crea contactos, promueve temas relativos a la salud y crea oportunidades económicas. Los telecentros existen en casi todo el mundo y son a veces conocidos bajo diferentes nombres (por ejemplo centros rurales de conocimiento, infocentros, centros de tecnología comunitaria, centros multimedia comunitarios o telecentros escolares)." Wikipedia

Cada país, economía, cultura, da un enfoque concreto a su red de telecentros o a su grupo de telecentros pero, hay algo común en todas ellas, el enfoque social y su lucha contra la exclusión digital de buena parte de la población. (Faura 2006)

Un poco de historia
El primero se creó en EEUU en 1980, concretamente en el barrio de Harlem, su impulsora fue Antonia Stone.

En España fue en 1997, en Gordexola (Bizkaia) y el objetivo primero era reactivar la zona económicamente. Su puesta en funcionamiento dependía en gran medida del Programa Europeo de Desarrollo Local, por lo que el proyecto debía ser rentable. Esto chocaba con la filosofía de ayuda a la población en la que se basaba el telecentro, que pretendía ofrecer servicios gratuitos. Su evolución no ha sido fácil y como la de otros centros, depende de la gente que trabaja en ellos y de los objetivos que planteen.

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En este sentido los telecentros se relacionan con la alfabetización digital y ella sería uno de sus objetivos, actuando como mecanismos para evitar la brecha digital entre las personas. Según Faura los telecentros deben tener una garantía de supervivencia, contando con el apoyo de la administración pública que pase a considerarlos como servicios necesarios.

Karma Peiró Rubio los define con otros matices: un telecentro es un espacio público, equipado con ordenadores conectados a internet y otras TiC, de acceso gratuito y con un amplio conjunto de servicios pensados para la población del lugar. También llamados “Cibercentros” “Nuevos Centros del Conocimiento” o “Centros de Acceso Público a Internet” (CAPIs). (Peiró 2006)

Karma Peiró y Ricard Faura consideran necesario que estén dinamizados por algunas personas para que se cumplan los objetivos planteados: contribuir al desarrollo económico (algo sobre lo que más adelante detendremos nuestra atención), al desarrollo social y cultural de la zona, y garantizar la entrada a la sociedad de la información a todos los ciudadanos que los visitan.

Faura diferencia entre el Dinamizador, que moviliza, motiva y provoca la participación de las personas que han de intervenir en el debate, reflexión o trabajo de la propia comunidad virtual y cuyo papel pocas veces trasciende fuera del propio ámbito "físico" de actuación de la propia comunidad o grupo. Y el Conector, que sería la persona que busca los puntos de contacto entre el propio grupo o comunidad con el "exterior", entendiendo como "exterior" todo lo que tiene que ver con su entorno. Este tipo de trabajo, facilitaría posibles alianzas en la Red que ayudasen a expandir y a la vez facilitar los objetivos del grupo. Estas alianzas no harían más que amplificar el alcance de las actuaciones y a su vez simplificarían su gestión y economizarían sus costes.

Angélica Abdallah García (1999) aporta su propia definición de telecentro, para ella se trata de un espacio abierto de trabajo e investigación dotado de equipamiento informático donde las personas de manera participativa pueden apropiarse de las tecnologías. Se constituye en un instrumento de democratización y un protagonista activo de las iniciativas que surjan en la localidad, facilitando la creación de nuevos espacios de encuentro social y virtual, fomentando la creación de redes de colaboración entre instituciones, organizaciones y personas con intereses comunes. Para Abdallah García un telecentro puede potencialmente contribuir a romper algunas de las más importantes barreras que hoy detiene el desarrollo económico de poblaciones marginadas, especialmente en áreas rurales.

En esta definición encontramos aplicaciones relacionadas directamente con el desarrollo económico que en otros casos se mencionan pero no se explicitan. La propuesta de Abdallah García concretiza algunas de las relaciones del telecentro con el entorno, aquellas de las que se encargaría el conector. En este caso, la labor de los telecentros en Argentina se plantea como una forma de dinamizar la economía a través del uso y aplicación de TICs, por ejemplo en pequeñas y medianas empresas, o proveyéndolas de servicios y tecnologías adaptadas a sus necesidades. Esta propuesta pretende fortalecer las iniciativas locales; generar y promover en los ámbitos locales condiciones para crear una concertación estratégica entre la administración pública, el sector productivo y las entidades sociales de una localidad determinada. El fin principal de esta concertación será movilizar y potenciar los recursos endógenos de la zona para trabajar por el desarrollo económico local, socialmente justo y ambientalmente sostenible aprovechando la oportunidad que brindan las TICs.

El desarrollo local al que hace alusión involucra, lógicamente, una dimensión económica: ampliación de los mercados, generación de empleo, fomento de la interacción creativa entre los agentes públicos y privados... Pero siempre aderezada con unos valores sociales concretos: una legislación que proteja el medio ambiente y la consideración de un desarrollo equitativo e inclusivo que no discrimine a ningún actor por cuestiones de género o discapacidad. Entendemos que el favorecer un desarrollo más equitativo, que integre a las regiones menos favorecidas, es una forma de trabajar para alcanzar una sociedad más libre, con más capacidad para tomar sus propias decisiones o para poder llegar a influir en forma directa a quienes deben tomar esas decisiones en su nombre.

Esta propuesta enlaza con el concepto de teletrabajo, que es otra de las aplicaciones u objetivos de los telecentros. El teletrabajo o e-trabajo es el trabajo hecho mediante el uso de las TIC en el domicilio, en un telecentro o fuera del centro habitual de trabajo. (David Sanz)

Parece ser que el trabajo de muchos telecentros se está encaminando hacia una labor orientada a la actividad económica. Además de la contribución al desarrollo local o como complemento de esta labor, se está realizando también un trabajo que pretende desarrollar y crear gran variedad de tareas y salidas profesionales en el contexto local. Esta labor tiene como objetivo, según David Sanz, mejorar la ocupación, algo que comporta al mismo tiempo perfeccionar las infraestructuras, dignificar la estructura social e incluso avanzar en la protección del medio ambiente. Se trata de un reto en el que juegan un papel importante como promotoras las administraciones públicas.

Tomaremos como ejemplo los centros de teletrabajo de Cataluña, donde la Xarxa de Telecentres de Catalunya siempre ha defendido el despliegue de una política pública decidida en la impulsión del teletrabajo. Se trata como plantean sus defensores, de un reto para la administración, pues el teletrabajo no es una forma de trabajo que se promocione por si sola, sino que necesita que se hagan visibles las ganancias que pueda aportar a todos los agentes económicos implicados. Justamente, desde los centros de teletrabajo se pide a la Administración pública catalana su implicación decidida en un proceso organizado y programado para hacer visibles las ganancias que proporciona el teletrabajo al menos en tres aspectos fundamentales: el estrictamente económico (tanto para empresas y organizaciones como para los teletrabajadores), el del reequilibrio territorial (en el sentido de desarrollo local de áreas geográficas alejadas de las ciudades) y el de los aspectos sociales (equidad, igualdad, conciliación familiar, etc., incluso las repercusiones que pueda tener en el medio ambiente, la disminución de los desplazamientos, etc. (Sanz 2006)
No obstante, el autor reconoce que el elemento distintivo en los centros de teletrabajo de la XTC es su orientación hacia las actividades de valor económico. Aunque eso no quiera decir que no se lleven a cabo actividades de otro tipo (formación, acceso a Internet, divulgación, etc.).


Observaciones a posteriori

Dejando de lado las definiciones y concepciones teóricas sobre los telecentros y teniendo en cuenta las observaciones tanto físicas como virtuales que hemos realizado en varios telecentros, podemos describir estos centros como locales destinados a enseñar y promover el uso de las TIC en cualquier ámbito.

En el caso de Ravalnet y de xarxantoni, los telecentros se han desarrollado en el seno de asociaciones o entidades que ya existían, que en un momento determinado se han interesado por el uso de las TIC y han querido incorporarlas en sus actividades, fomentando así el uso y ampliando su oferta de servicios. Con la utilización de las TICs, aparece también un nuevo discurso asociado a ellas, el de la alfabetización digital y la lucha contra la brecha digital.

En el caso de Ravalnet, la iniciativa y el proyecto con las TIC supuso una revolución para la Associació de Joves del TEB e hizo evolucionar el proyecto hacia algo más amplio que se ha integrado en la Xarxa Ómnia y la Xarxa de Telecentres de Catalunya con más de 500 telecentros repartidos por todo el principado. En el caso de xarxantoni, el proceso también ha abierto las puertas de la red ciudadana, introduciendo cambios y novedades, aunque no se haya integrado en estos organismos.

Actualmente y desde hace algunos años, las administraciones públicas y los proyectos ciudadanos se han interesado por el tema de las TICs, y por ello estos proyectos han crecido de manera espectacular, dando la oportunidad a la gente de acceder a Internet de manera gratuita, de recibir cursos de formación y tener asesoramiento enel uso de las nuevas tecnologías. Poco a poco, se han ido desarrollando programas completos, como el teletrabajo o actividades lúdico-formativas, como el proyecto de radio que analizaremos o la creación de páginas web, material audiovisual, etc.

Cada telecentro, según el contexto en el que se sitúa y la historia de su nacimiento, utiliza las TIC de una manera diferente y se centra en un tipo de actividades. Por este motivo las definiciones acaban resultando algo abstractas y es en el contexto concreto enel que podemos conocer mejor su funcionamiento. Eso sí, hay agunas características compartidas, como hemos visto: libertad de acceso, asesoramiento de un dinamizador o monitor, cursos de formación, Internet disponible, lugar abierto para trabajar o realizar actividades, etc.


Textos consultados

-Las redes de telecentros en España. Una historia para contar. Karma Peiró Rubio (2006).

-“Los telecentros... espacios para difundir las tic y generar nuevas formas de trabajo”. Angélica Abdallah García (2006).

-“Bases para un debate sobre el futuro de los telecentros y del teletrabajo. David Sanz (2006).

-“La importancia del factor humano en el desarrollo de la Sociedad del Conocimiento. Los Telecentros y la figura del Conector”. Ricard Faura i Homedes (2006).

-Xarxa de telecentres de Catalunya


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